Durante estas últimas semanas, un comentario recurrente en redes sociales es que muchas personas afirman que las manifestaciones y hechos de violencia en Chile habrían sido financiados y organizados por países extranjeros con supuestos intereses en desestabilizar al gobierno de Sebastián Piñera, apuntando directamente a Venezuela y Cuba, y basando dicho comentario en el hecho de que así lo habría afirmado la Organización de Estados Americanos, OEA.
De hecho, diversas páginas de Internet (como se puede ver en esta dirección) han difundido un comunicado de prensa de La Organización de los Estados Americanos que confirmaría la intervención de Cuba y Venezuela para lograr una desestablilización política y social en nuestro país. Sin embargo, el comunicado aludido corresponde al 16 de octubre de 2019 y, si bien apunta a que las corrientes de desestabilización de los sistemas políticos del continente tienen su origen en la estrategia de las dictaduras venezolana y cubana, no se refiere a la situación en Chile ni confirma ningún tipo de intervención extranjera.
Cabe destacar que el mencionado comunicado de prensa fue entregado por la la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos dos días antes del estallido social a nivel nacional el 18 de octubre de 2019.
Posteriormente, mediante un comunicado entregado a la prensa el 24 de octubre, y citado por CNN Chile, la OEA sostuvo que la situación es similar a las que han pasado anteriormente en Ecuador y Colombia, aseverando que “las brisas del régimen bolivariano impulsadas por el madurismo y el régimen cubano traen violencia, saqueos, destrucción y un propósito político de atacar directamente el sistema democrático y tratar de forzar interrupciones en los mandatos constitucionales. Los intentos que hemos visto documentados en Ecuador y Colombia, vemos hoy repetido ese patrón en Chile”, explicaba el comunicado (los problemas de redacción son del original).
Como es evidente, existe una sugerencia en orden a que las ideas impulsadas por los gobiernos de Cuba y Venezuela serían las inspiradoras de la revuelta en Chile, pero para ser estrictos, en parte alguna este comunicado señala que exista algún tipo de organización o financiamiento por parte de esos países hacia quienes cometieron actos de violencia en el país.
También es dable indicar que si bien las primeras tesis del gobierno indicaban que detrás de los atentados al metro y la infraestructura pública tenían que ver con una presunta intervención extranjera, lo que dio pie a una polémica nota en La Tercera, posteriormente el Fiscal Manuel Guerra dijera que no hay antecedentes de algo semejante en las indagatorias que efectúa la justicia chilena.