Un comentario recurrente en las redes sociales estos días ha sido el de muchas personas que aseguran que apenas se iniciaron los disturbios en Santiago y otras ciudades se terminaron los atentados y hechos de violencia en la zona sur de Chile.
No obstante, ello no es efectivo. Una breve revisión de la prensa (en este caso, de www.biobiochile.cl) demuestra que los atentados y hechos de violencia siguen ocurriendo:
El 21 de octubre un grupo de encapuchados quemó un bus de transporte rural en el sector de Lleu Lley, entre Cañete y Tirúa.
El 23 de octubre dos carabineros resultaron lesionados con perdigones y tres cabañas y una casa patronal quemadas, junto a un vehículo y varias bodegas, en el sector de Puerto Choque, Provincia de Arauco.
Al día siguiente, desconocidos quemaron un camión en la ruta entre Cañete y Contulmo, en la misma zona.
Un día más tarde, el 25 de octubre, fue emboscado el conductor de un camión, en el camino entre Angol y Collipulli, tras lo cual quemaron la máquina.
El 29 de octubre se produjo un atentado incendiario en el fundo El Coihue, Provincia de Malleco, que dejó ocho máquinas y un camión destruido. Ese mismo día, también en Malleco, pero en la localidad de Púa, desconocidos armados incendiaron una iglesia evangélica.
La madrugada del 01 de noviembre hubo otro ataque, esta vez en la localidad de Labranza, Provincia de Cautín, que dejó tres camiones y una máquina quemadas.
Esa misma jornada, desconocidos atacaron una vivienda de Quidico, en Tirúa, la cual quemaron completamente.
El 04 de noviembre, en tanto, tres camiones fueron emboscados y quemados cerca de Contulmo, Provincia de Arauco, mientras que en Ercilla fue robado un camión que contenía cuatro mil litros de combustible.