El excandidato presidencial José Antonio Kast escribió ayer en su cuenta de Twitter que “parece que Maduro metió la cola y nos bajaron de la plataforma marxista de Youtube. Ya vamos con un nuevo link para los adherentes y trolls que están esperando #KastconPlaza”, aludiendo al parecer a la eliminación por parte de Youtube de un video en vivo grabado por Alberto Plaza, que en un par de horas superó 10 mil “dislikes” y que recibió múltiples denuncias, razón por la cual fue removido del canal del cantante y miembro de la secta de la Cienciología, aunque fue luego repuesto, como se aprecia aquí. Hasta esa mañana el video ya alcanzaba las 380 mil reproducciones.
Por cierto, José Antonio Kast también posee un canal de Youtube que con 45 mil seguidores, en el cual el último video que figura fue subido hace tres días.
Nicolás Maduro también posee un canal de Youtube, pero a diferencia de lo que señala el candidato del Partido Republicano chileno, no posee ninguna cercanía con los “marxistas” de Youtube ni posibilidad alguna de influir ante sus dueños, entre otras cosas porque la prensa independiente y las redes sociales han sido objeto de una serie de ataques por parte de la dictadura que dirige.
El madurismo contra las redes
A fines de abril del año pasado y en medio de las protestas masivas que sacudían a Venezuela, un reporte de The Washington Post señalaba a la dictadura de Maduro como la posible responsable del bloqueo que afectó a Youtube, Periscope y el buscado Bing, así como de haber restringido el acceso a Twitter e Instagram. Lo mismo se repitió en noviembre, cuando el diario argentino Infobae acusó al régimen de Maduro de haber bloqueado (por intermedio de ABA CANTV, la proveedora de internet estatal) varias redes sociales, particularmente Youtube.
Otro detalle que desmiente a Kast es quiénes son los dueños de Youtube. Se trata de Larry Page y Sergey Brin, que manejan todo el conglomerado de Google (lo que incluye a Youtube, Gmail, Android y muchas otras empresas) a través de la compañía Alphabet. Ambos fundaron su empresa mientras estudiaban en la Universidad de Stanford, una de las mejores y más caras universidades del mundo, y actualmente poseen una fortuna conjunta de 126 mil millones de dólares, ocupando el 7 y 8 en la escala de las personas más ricas del mundo, lo que no han logrado a través del marxismo, sino vendiendo servicios y avisos, al más puro estilo capitalista.
De hecho, según cuenta Walter Isaacson en el libro “Innovadores: los genios que inventaron el futuro”, Page, que creció rodeado de computadores, pues su padre era profesor de robótica, tenía como ídolo infantil del genio Nikola Tesla, del cual decía “fue uno de los inventores más importantes, pero su historia es muy, muy triste. No logró vender nada, y apenas podía financiarse la siguiente investigación. Uno desea parecerse a Edison. Con inventar algo no ayudas a nadie, lo que hay que hacer es ponerlo en el mundo; hay que producirlo y ganar dinero con ello para poder financiarlo”.
La contención de las fake news
En un intento por contener el flujo de noticias falsas, de hecho, Twitter ha comenzado a borrar mensajes que contienen mensajes anticientíficos relacionados con el coronavirus, y uno de los primeros afectados por ello fue justamente Nicolás Maduro, luego de que este publicara un tweet con enlaces a notas en las cuales se decía que el Covid-19 es un arma “bioterrorista (como también lo ha sostenido en Chile el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, pese a que está probado científicamente que el virus tiene su origen en la zoonosis), entregando además remedios caseros para superarlo (una mezcla de jengibre, pimienta negra, limones y agua).
Twitter eliminó dicho mensaje, dado que entre sus actuales reglas de servicio se explicita que no son admisibles la negación de los datos científicos, la información acerca de tratamientos ineficaces y la difusión de información falsa.
Por supuesto, tras ello, Maduro acusó estar siendo “censurado” por Twitter.
Lo mismo alegó en su defensa el presidente brasileño Jair Bolsonaro, a quien le borraron dos tweets, como explica Infobae, “por violar las reglas de la red social en las que se mostraba con varias personas, con vendedores en el Distrito Federal de Brasilia. Sus mensajes incluían videos en medio de las aglomeraciones, defendiendo la reapertura de las empresas aún cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda el distanciamiento social para evitar que se propague el virus”.
Y en otro intento por no difundir noticias falsas, la semana antepasada la mayoría de las grandes cadenas de televisión de Estados Unidos (exceptuando a Fox) cortaron la transmisión de un discurso en vivo del presidente Donald Trump, cuando este comenzó a contradecir a los expertos en salud pública y epidemiología que lo acompañaban, aseverando que el distanciamiento social debía terminarse pronto (aunque eso fue antes de la catástrofe que hoy azota a Nueva York).
Luego de eso, una cadena de Seattle anunció que no volvería a transmitir discursos en vivo del presidente, mientras que Don Lemmon, uno de los principales rostros de CNN, dijo que su canal también se debería abstener de transmitir en directo los mensajes de Trump relacionados con el coronavirus, aseverando que Trump trata al público y a los periodistas como si aún estuviera en el reality show “El aprendiz”.